“Me duele defraudar a los demás”

Cuando me presentaron el proyecto de ‘Cuentos chinos’ jamás se me pasó por la cabeza que el programa pudiera llegar a ser cancelado. Y mira que se me presentaron opciones pero esa, nunca. Creía sinceramente que podríamos hacernos hueco en una franja muy complicada en la que, además, Telecinco llevaba mucho años sin apostar. No había costumbre de pasar por la cadena para ver un programa que empezara a las diez menos diez de la noche. Pese a todo, estaba convencido de que lo lograríamos. 

Desde que me hablaron de ‘Cuentos chinos’ hasta que se estrenó el primer programa pasaron unos tres meses. Tiempo durante el cual transité por muchísimos estados de ánimo. Me decían que la lucha iba a ser dura pero yo, optimista redomado, siempre contestaba que menos de lo que pensábamos. Que después de tantos años haciendo televisión seríamos capaces de conectar de nuevo con el público. Y que podríamos convertirnos en una alternativa. Han sido meses de incertidumbres, con ratos en los que predominaba la esperanza y otros en los que me invadía la inseguridad. Me preocupaba cómo iba a encajar que el programa no cumpliera con las expectativas: las mías y las de los demás. Cuando vienes de presentar un programa de televisión que ha hecho historia y de conducir los realities más exitosos de este país, la responsabilidad puede llegar a convertirse en tu peor enemigo…

Artículo original en Lecturas.