Me gustaría seguir conociéndola

Solo he coincidido con Rocío una vez, cuando vino a recoger a su tía Gloria Camila a ‘supervivientes’. Entró al plató temblando y se fue más temblando todavía. El miércoles no estaba mucho mejor. Nada más verme me confesó su nerviosismo para, acto seguido, empezar a llorar de una manera casi incontrolada.

Para rebajar la tensión, le dije que no se preocupara, que a mí ya me venía bien que estuviera todo el rato llorando. Y en plató se convirtió en una verdadera revelación. Sabe hasta dónde quiere llegar y en qué berenjenales no meterse.

Aunque todavía estamos en verano, hoy domingo he tenido que recurrir al pijama. Llega un momento en el que es un alivio que no te pase nada, fíjate. Y cuando empiezas a gozar esos ratos de nada, puedes decir que has empezado a comprender el significado de todo esto.

Continúa leyendo en www.lecturas.com