Me encanta la vida de feriante que me da el teatro

Mis días de universidad

Ana Iris Simón. La invitaron a la Moncloa para inaugurar el programa ‘Pueblos con futuro’ dentro del plan 2050, y ante Pedro Sánchez dijo, entre otras cosas, que le daba envidia la vida que tenían sus padres a su edad. La que se ha liado.

Que eso es un enaltecimiento de ese pasado en el que Franco mandaba y que el discurso tiene un tufillo derechón bastante importante. Ella, que es de izquierda, se lo ha tomado a risa. Bien hecho. A mí el libro, en el que se cuenta la vida de una familia de feriantes manchega, me ha gustado mucho.

Aspirar a conseguir un trabajo con un sueldo digno después de haberte preparado convenientemente para ello me parece de sentido común. Así que sí, me ha gustado mucho ‘Feria’.

Hijo de emigrantes

Me he sentido muy identificado con algunas de las cosas que cuenta porque, aunque tengo treinta años más que la autora, pertenezco a esa generación que cuando llegaban las vacaciones se iba al pueblo de sus padres. En mi caso iba a Cieza (Murcia) y a Alcaraz y Povedilla (Albacete), y me siento muy afortunado de ser hijo de emigrantes, porque siendo niño me permitió conocer una realidad muy diferente a la de la gran ciudad.

Yo, como Cantinflas

Me encanta la vida del feriante. Otra cosa que tengo en común con Ana Iris Simón. Lo que no comparto con ella es que mis padres vivían mejor que yo. Yo vivo infinitamente mejor que mis padres, pero no lo puedo decir muy alto porque corro el riesgo de que me recuerden que soy rojo.

Me encanta la vida del feriante. Otra cosa que tengo en común con Ana Iris Simón. Lo que no comparto con ella es que mis padres vivían mejor que yo. Yo vivo infinitamente mejor que mis padres, pero no lo puedo decir muy alto porque corro el riesgo de que me recuerden que soy rojo.

Parece que los de izquierdas solo tenemos derecho a vivir hacinados en pisos de ciudades dormitorio, alimentarnos a base de legumbres y patatas e hidratarnos con calimocho de cartón. Y no es eso. Yo, como decía Cantinflas: “No quiero que no haya ricos. Lo que quiero es que no haya pobres”.

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