Les sigo teniendo cariño

La Milá, un referente.

El jueves se me ocurre enviarle durante ‘Supervivientes’ un mensaje la mar de cariñoso a Mercedes Milá, y se lía. Le puse tanto sentimiento que hubo gente que se pensó que la presentadora estaba atravesando un bache de salud. Nada más lejos de la realidad. Quería agradecerle públicamente los mensajes tan bonitos que me estaba enviando durante el programa, y que yo leía en las publicidades. La Milá es una de las personas que más admiro de la profesión; transgresora, culta, nuestra ‘showman’ por antonomasia, excelente entrevistadora.

La Milá te ve y te dice lo que piensa sin necesidad de que tú se lo pidas, y eso, a veces, te sienta mal y otras peor. Más que nada porque suele soltarte verdades como puños que escuecen. Lo bueno es que si no estás de acuerdo y se lo rebates con buenos argumentos, la tía escucha, piensa unos segundos y es capaz de pronunciar dos palabras que juntas están actualmente en desuso: “Tienes razón”. Defiende a sus amigos a muerte, doy fe. El caso es que han pasado los años, nos seguimos hablando e incluso queriendo. Siempre es un gusto escucharla. Para mí fue, es y seguirá siendo un referente.

Mila es sanadora

El martes fue el cumpleaños de Mila, y nos fuimos a cenar con ella, Anabel Pantoja, Cristina (mi Cristina), Rocío y yo. Hacía buen tiempo en Madrid y el cuerpo tenía ganas de airearse. Y airearse con Mila pletórica es siempre un gozo porque, cuando está de buenas, es muy divertida. Y cuando está cabreada, ya es que te descojonas. Pero no fue el caso. Al poco rato de sentarnos, aparece Pablo Vasile, nuestro jefazo de Mediaset. Mientras seguimos charlando con Vasile, entra Ana Rosa Quintana con su marido, que han quedado a cenar con el jefe. Está guapa.

Ana Rosa y Mila están viviendo una segunda juventud. No hay más que verlas. Pero es que, además, la relatividad de la edad la estoy viviendo en mis propias carnes. Se me rifan. Me lo quitan de las manos. Al ratito, se acomoda cada grupo en su mesa, y nosotros nos lo pasamos bomba. Necesitábamos desbarrar. Hablamos de todo y contra todos. He llegado a la conclusión –y no porque nos invitara– que Mila es sanadora, incluso cuando adopta la actitud de odiar al mundo entero y a si misma.

Quiero que vuelva Terelu.

Se va Terelu cuando la que se tendría que ir es Carmen, porque a la vista está que no ha entendido que salir en la tele implica muchas veces estar en la picota. Creo que emocionalmente necesita trabajar de una manera seria y rigurosa lo que le ha sucedido, porque intuyo que no lo ha hecho. Se ha dejado llevar, ha ido poniendo parches, no se ha enfrentado a sus bajones de ánimo, y ahora no sabe por dónde le da el aire. Está convencida de que se quiere ir, pero yo estoy convencido de que volverá. Otro caso distinto es Carmen.

Ha entrado en una espiral muy complicada que la va a llevar a sufrir muchísimo. Por las razones que sea, Carmen lleva la tristeza dentro y, hasta que no la expulse, no podrá disfrutar de todo lo bueno que la rodea. Entre que le tengan envidia y que la compadezcan, Carmen Borrego opta sin ninguna duda por la segunda opción. Mala cosa.

Escrito todo lo cual, me gustaría que Terelu y Carmen volvieran a ‘Sálvame’ y que, además, se lo pasaran bien. Les sigo teniendo mucho cariño.

Continúa leyendo en www.lecturas.com